La situación de los geriátricos en la República Argentina está frente en un serio riesgo ante la carencia de los test de coronavirus que deberían estar realizando al personal que atiende a los adultos mayores en esas instituciones.
Así fue alertado por el Presidente de la Asociación Gerontológica Argentina (AGA), Félix Eduardo Nallim, quien movilizado por la salud de los adultos mayores levantó una señal de atención en una entrevista realizada en Canal 9 Televida de Mendoza.
«Tenemos una bomba de tiempo con la actual situación de los geriátricos en todo el país. Se están cerrando por la enfermedad COVID-19. Si no tomamos medidas de hacerles test al personal de los geriátricos vamos a estar ante un problema serio. Los geriátricos son instituciones sociales. Y el día que ingrese el virus a esos lugares se van a producir estragos y no se están tomando las medidas correspondientes», sentenció el médico gerontólogo mendocino.
Nallim realizó estas declaraciones al ser consultado, el martes -21 de abril- cerca de las 22, por el periodista Fernando Hidalgo, quien lo convocó vía teleconferencia por la restricción de circulación en la vía pública que recayó sobre los mayores de 70 por una disposición del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
«Cuando me enteré de la medida, yo me pregunté: ¿Quién los asesora? Por mi formación de médico geronótologo sentí una gran pena e indignación. Porque han dispuesto una discriminación por edad. Esto significa un gravísimo maltrato. Han hecho que los viejos de más de 70 estén encarcelados sin rejas. ¿Por qué tienen que pedir permiso para salir de su hogar?», reflexionó el facultativo que además es el Presidente de la Caja de Previsión para Profesionales de la Salud de Mendoza.
Y continuó: «¿Qué es lo que nos cambia después de que cumplimos 65 años? Cuando nos jubilan y nos tratan distinto, creando leyes especiales para los viejos. Yo creo que esto ha sido una disposición totalmente discriminatoria, segregacionista y absolutamente inconstitucional. No me cabe ninguna duda que ya deben estar arrepentidos por la medida que tomaron», aseguró.
Tratando de que se cambie la mirada social que criticó, Nallim, añadió: «En realidad yo siempre les digo a todos que con los viejos hay que tener tolerancia y paciencia. Estamos acostumbrados a un sistema diferente al actual. No hemos nacido con esta tecnología. Cuando hablamos de los mayores de los 80 años hay que tener en cuenta que están acostumbrados a ver la plata y a tocarla, no tienen confianza en los medios online. Y hay mucha gente que no tiene paciencia para entenderlos y explicarles sobre la tecnología», marcó.
«Quien no aprendió en un determinado momento hoy es incapaz de aprender porque tienen miedo. En cambio nuestros nietos tienen la capacidad de aprender con el error. Por eso hay que ayudarlos», aconsejó el titular de AGA.
«Creo que que en cuanto a actitud se refiere en la Ciudad de Buenos Aires han tenido una buena intención en querer ayudarlos. Pero privarlos a los mayores de 70 a salir, es condenarlos. Si en realidad estamos buscando aplanar la curva para que no haya una saturación de la sanidad con los infectados -de coronavirus- los estamos acostando, porque este grupo de gente se va a morir por otras razones como la soledad y la depresión. No los estamos dejando vivir con total normalidad», dijo preocupado.
Nallim cerró argumentando que «los viejos tienen todas las edades y la experiencia de ser viejo es de los viejos».
La advertencia del gerontólogo mendocino se conoció el mismo día en que el geriátrico «Apart Incas» situado en el barrio porteño de Belgrano, fue desalojado durante la noche al detectarse siete adultos mayores con coronavirus, por lo que 19 personas fueron trasladadas a distintos centros de salud en Buenos Aires mientras el establecimiento fue clausurado y «se evaluarán acciones penales», informaron fuentes de Salud del gobierno porteño.
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