Entre el 22 y el 23 de junio se realizará la Conferencia Virtual de la Asociación Internacional de Gerontología y Geriatría IAGG 2021 bajo la organización de la República Argentina. Bajo la modalidad remota debido a la pandemia por el coronavirus que en el país atraviesa su segunda ola. En inglés, bajo el título «E-Conference IAGG 2021», actividad a la que se podrá ingresar para inscribirse haciendo click a través del siguiente enlace: https://iagg2021.org/es/inicio/

Será la instancia previa al congreso que debía realizarse este año en Argentina y que fue pospuesto para realizarse entre el 12 y el 16 de junio de 2022 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y cuyo presidente será el médico geriatra mendocino Félix Eduardo Nallim.
El profesional argentino que posee una maestría en gerontología social otorgada por la Universidad de Barcelona, España, admitió que «aún estamos viendo la posibilidad de que se realice en forma presencial con todo lo que eso significa respecto a la garantías sanitarias que deben existir en Argentina».
«Pueden participar todos los interesados. Desde estudiantes a profesionales de distintas disciplinas estén vinculados o no a profesiones médicas. Debido a que los temas a tratar serán variados y en esta conferencia virtual se analizarán básicamente los efectos de la enfermedad COVID y que nos ha hecho tanto daño», adelantó el también presidente de la Asociación Gerontológica Argentina, AGA y titular de la Caja de Previsión para Profesionales de la Salud Mendoza.
Argentina logró la plaza para la organización del Congreso de la IAGG en 2013: «En ese momento nosotros competimos, en Seúl, Corea del Sur, contra Australia y Holanda y ganamos y fue entonces que nos dieron un plazo de ocho años para prepararnos y en el medio, en 2017, asumió la presidencia de la IAGG, Estados Unidos, en San Francisco, y nosotros el compromiso de realizar este congreso. Con la mala suerte de que llegó la COVID, porque el congreso se debía hacer este año», reflexionó.
La Asociación Internacional de Gerontología y Geriatría, en inglés «International Association of Gerontology and Geriatrics», por lo cual es conocida por su siglas IAGG, debe su génesis durante el mes de julio de 1950 y fue fundada por instituciones de distintos países. Momento en el que en el país existía solamente la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría, SAGG, por lo que ingresó a la entidad internacional como integrante fundadora junto a otra sociedades del resto del mundo.
Su característica de funcionamiento es que cada cuatro años, en un continente del planeta distinto, realiza un congreso que en un principio estaba solamente orientado a la geriatría. «Durante muchos años lo hegemónico fue lo médico considerando que ellos son los únicos que pueden ser geriatras. Médicos que además pueden ser gerontólogos. Pero la gerontología de a poco fue tomando fuerza gracias a todo el aporte que le brindó el resto de las profesiones no médicas y hace unos 35 años cobró el auge que valoramos actualmente».

Mientras la geriatría es una especialidad de la medicina que previene, diagnostica y trata las enfermedades de la población mayor de 65 años. La gerontología es la ciencia que estudia el proceso y los problemas del envejecimiento desde el ámbito biomédico, psicológico y social.
«En realidad la gerontología es la rama de la ciencia que estudia el proceso del envejecimiento y posee tres ramas de estudio a las que yo he querido introducirle una cuarta. Por una parte tenemos la gerontología experimental, donde se estudian las razones de por qué envejecemos. Después contamos con la gerontología médica, que es la geriatría misma que trata de rehabilitar al viejo enfermo y devolverlo a la sociedad. En tercer lugar vemos a la gerontología social donde se estudia la forma en la que el hombre viejo influye en la sociedad y viceversa. Y en cuarto término tenemos a la previsión», explicó Nallim.

El mendocino explicó que «desde que estoy vinculado a la Caja de la Salud de Mendoza me di cuenta de que la previsión es una hija perdida de la gerontología y por eso es que una de las ideas a plantear por primera vez en este congreso es que tanto geriatras como gerontólogos tengan en cuenta a la previsión. Y a su vez, quienes trabajan en la previsión tengan incorporados los conceptos gerontológicos que van de la mano».
En ese sentido Nallim adelantó la posibilidad «de que en este congreso haya un seminario especial dedicado a los temas vinculados, directa o indirectamente, con lo previsional».

Ampliando el concepto de gerontología el especialista apuntó que «si bien los médicos son los únicos que pueden ser geriatras y a su vez gerontólogos, en esta última especialidad se pueden incluir a todas las otras profesiones que tienen que ver con la vejez como las trabajadoras sociales, los psicólogos, los abogados, periodistas, profesores de educación física, kiniesólogos, entre otras».
«Porque para el abordaje de estos asuntos tan valiosos para la sociedad es necesario formar equipos transdisciplinarios. Es decir que cada profesión deber trascender a su especialidad para llegar a la mejor manera de ayudar y tratar a los viejos», sugirió.

El hombre recordó que el ser humano posee una edad cronológica, «que es la edad que nos indica el almanaque y que según la ley desde los 65 años la persona se debe jubilar», una edad biológica «que se refiere a la edad de nuestras arterias por lo que pueden haber personas viejas con arterias mas jóvenes que personas jóvenes con arterias más viejas», una edad psicológica «que se refiere a la edad que en el fondo nosotros sentimos «, y la edad social «que es la que construimos con nuestra familias, nuestra profesión y hasta con nuestros amigos».
«Desde mi punto de vista la biológica es la más importante y en segundo lugar elijo colocar a la edad interior, la que yo elijo sentir a pesar de la cantidad de años que tenga», agregó.