Por CAROLINA JACKY / La vida es una sola, y tarde o temprano todos llegamos a una edad donde ya no tenemos la fuerza para realizar las tareas u oficios de otros tiempos ya pasados.
Hablamos, hipócritamente, de «nuestros jubilados», «nuestros adultos mayores», pero que nos pasa que siempre terminamos postergándolos.
La gerontología es la ciencia que estudia el envejecimiento, tales como los biológicos, psicológicos, sociales, económicos y culturales. Por otra parte comprende sus necesidades físicas, mentales y sociales. Sin dudas es interdisciplinaria, y el derecho previsional debería acompañar a esta ciencia.
La Constitución Nacional en su art. 14 bis (Incorporado por la reforma de 1957), respecto a esto dice: «El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles».
Esta garantía constitucional, nunca respetada por el Estado Argentino, fue violando los derechos de «nuestros jubilados».
En el tiempo muchos vieron perder sus aportes, sus ahorros. El quiebre de las viejas Cajas de Comercio, Industria, etc., también de todos los sistemas que siguieron. Ni el sistema privado cumplió con los objetivos.
Las sucesivas inflaciones y crisis padecidas fueron deteriorando los beneficios previsionales, y muchos vieron pasar su vida perdiendo lo más valioso, SU DIGNIDAD.
La Justicia con distintos fallos reconoció el derecho de aquellos jubilados que fueron ante la justicia, y esta viene condenando a la Dirección Nacional de Recaudación Previsional y ahora ANSES a reajustar las jubilaciones de estos.
En todas las oportunidades donde el país debe hacer un sacrificio, solo los privilegiados se salvan, ellos no, y normalmente se los posterga sin asumir la responsabilidad.
Es Estado Argentino y los distintos gobiernos son los responsables de las crisis económicas, son responsables de no controlar los aportes jubilatorios de los activos, son responsables de pagar salarios en negro y contratar como locaciones a monotributistas a quienes deberían incorporar como trabajadores.
El Estado es el que creo moratorias para justificar su inefiencia en el control del sistema.
Es responsable del uso de esos aportes para otros fines.
Hipócritamente otros han criticado a quienes se jubilaron por moratorias, como si esas personas nunca hubieran trabajado en nada, como que nunca aportaron al producto bruto interno.
Hipócritas, no hacias los aportes, contratabas en negro, mirabas para otro lado, y hoy criticás.
Todos somos parte de esta Argentina que tiene una deuda con todos los jubilados y pensionados actuales y el de los próximos años.
Todos hablamos de la DIGNIDAD de nuestros «viejos» (cariñosamente), pero cuan dispuestos estamos en resolver esta situación?
EL COMO
No hay magia para esto, hay que capitalizar al ANSES, para esto se requiere aportes especiales.
Más allá de establecer un sistema inteligente para recaudar aportes, con fuertes sanciones, toda la sociedad tendrá que realizar un aporte extraordinario.
Si hoy un litro de combustible esta cercano a los $800, por qué no aplicar un impuesto de otros $800, y que en vez de un litro un dólar, sea un litro dos dólares, y ese dólar extra ingrese directamente a ANSES.
Este ejemplo es un cómo.
También ampliar la edad jubilatoria, por igualdad y equidad entre hombres y mujeres, como establece la Convención CEDAW, habría que elevar la edad jubilatoria a 70 años, permitiendo un retiro anticipado para ambos a partir de los 60 con un porcentual menor y con posibilidad de seguir aportando hasta los 70.
Ideas hay muchas, pero todas significan un sacrificio de toda la sociedad, y así DIGNIFICAR a todos nuestros adultos mayores.
BASTA DE HIPOCRESÍA CON LOS ADULTOS MAYORES
Carolina Jacky es una abogada penalista mendocina especialista en asuntos vinculados a la violencia de género y previsionales.