El uso de pantallas a temprana edad potencia los casos de autismo
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La presidenta de la Fundación Familias CEA, advirtió, en el magazine de Ciudadano News, El Interactivo, que darles pantallas a los chicos antes de los dos años potencia los casos de autismo.

Por Carlos Fernández Giménez

El uso de pantallas, como la de los teléfonos celulares, en niños menores de dos años potenciaría la aparición de nuevos casos de autismo, según el análisis de una especialista quien advirtió que antes de los dos años no hay que darles el teléfono celular para que se entretengan.

Andrea Cañas, presidenta de la Fundación Familias CEA, Córdoba, adelantó en el magazine de Ciudadano News, El Interactivo: «Estamos preparándonos para una jornada que promete muchas cosas. Nuestra fundación va a participar de una jornada en el colegio de abogados donde habrá presentación de un chico autista. Mateo y es DJ, hará un sunset en el Museo Metropolitano de la Ciudad de Córdoba«.

«Seguramente estén funcionarios cordobeses porque es en el marco de lo que son las actividades de la Secretaría de Cultura y Comunicación de la municipalidad de Córdoba. También habrá una muestra de arte. La inauguración de una sala con una muestra de arte de lo que hicieron los chicos en una jornada que se hizo el año pasado. Una jornada de pintura. Esas obras fueron enmarcadas y serán parte de una muestra de una sala«, destacó.

Autismo
El uso excesivo de pantallas puede afectar a los niños con trastorno del espectro autista (TEA). 

Añadió que, «hay una cuestión que tiene que ver con la terminología que usamos ahora y hablamos de neurotípicos y neurodiversos. Las personas con autismo o con trastornos de déficit de atención nos identificamos con el término de ser neurodivergentes. Y en ese sentido, qué nos define, algunas cuestiones que tienen que ver con cómo podemos procesar el entorno«. 

«La información del entorno y ahí está el tema de la sensorialidad y esto que puede ser molesto como los ruidos, que pasan por un tema de cómo se procesa la información del entorno. Muchas veces, sobre todo en personas con autismo que tienen una sensibilidad auditiva, es muy difícil procesar y filtrar la información que llega del exterior«, indicó. 

Y agregó: «Es como que llegara toda la información junta y al mismo volumen. Entonces es muy difícil para ellos darse cuenta a qué cosa prestar atención. Porque si estamos conversando en un café con una persona, más allá de que por ahí nos puede costar un poco, porque la gente habla alto, hay un montón de sonidos alrededor».

Uso excesivo de pantallas-Autismo
El uso de pantallas también puede afectar el habla, el desarrollo emocional y el bienestar físico de los niños.

«Pero logramos focalizar y seguimos la charla de la persona con la que estamos. A una persona con autismo eso la agota muchísimo porque primero va a tener que identificar a la persona con la que está hablando. Poder discriminar que lo que está diciendo esa persona no es lo mismo y no viene de otra mesa porque escucha todas las conversaciones juntas y se le mezclan», consideró. 

«Entonces es muy agotador en ese sentido toda la sobrecarga de estimulación que reciben. Si a eso le sumamos las luces, los vehículos que pasan por la calle, es una experiencia que puede ser muy agitadora«, lanzó.

Manifestó que, «lo que ha pasado es que se han agudizado las formas de encontrar el diagnóstico. Es cómo se está hilando más finito. En ese sentido sí hay más diagnósticos. Pero también el crecimiento ha sido tanto que tenemos que decir que no solo se debe hacer, ya que ahora hay herramientas de diagnóstico más especificadas, sino que evidentemente hay algo que está asimilando que haya más casos de autismo«.

Las pantallas potencian nuevos casos de autismo en los niños

«Hay estudios hechos que ligan esto, por ejemplo, a las pantallas. Se sabe que el uso de pantallas en niños menores de 2 años incrementan en un 80% los casos de autismo. En realidad, el 80% de los chicos que ha tenido acceso a pantallas antes de esa edad es diagnosticado con autismo».

» Entonces hay una relación directa con el uso de pantallas en niños menores de 2 años a la incidencia en ese diagnóstico«, reveló. 

Aclaró que, «hay que pensar que no es una enfermedad. No es algo que si lo diagnostican te vas a poder curar. Los cambios que si bien en esa edad el cerebro tiene mucha plasticidad y se pueden hacer muy buenas intervenciones, sin embargo, la persona que es autista va a ser autista toda la vida«. 

«Entonces tratemos de no exponer a situaciones a los chicos que después no se van a poder controlar. Entonces mi crítica hacia muchos padres es que no le deben dar una pantalla al chico para que se entretenga. Entonces cuando lo acompañás a una consulta que se va a demorar, llevale un juguete para que se entretenga. No le pases el celular para que esté entretenido«, marcó.

Cañas admitió que, «sabemos que eso es más fácil, porque no hay que andar cargando cosas. Pero no hacía mal antes cargar con cosas para que los chicos puedan entretenerse en una sala. O que puedan salir a jugar al patio, que puedan salir a jugar con los amigos a la plaza. Por ahí los padres están sobrecargados de trabajo, pero hay que pensar que hay que brindarle tiempo de calidad a los chicos«.

«Pasa mucho, siempre lo comentamos con las mamás, que hay por ejemplo muchos chicos que a lo mejor tienen un acceso al lenguaje tardío, pero finalmente terminan hablando bien. Y entonces después van a la escuela y no reciben los apoyos necesarios, aunque tienen el diagnóstico de autismo. Porque en realidad los apoyos que necesita un chico que va a la escuela va más allá de lo que tiene que ver con adaptar los contenidos«, dijo.

Aconsejó, «por ejemplo, reforzar ciertos contenidos. Y también hay que adaptar el aula y a sus compañeros, que van a tener como compañero a una persona que tiene necesidades que son diferentes. O que necesita cierto apoyo. Y en eso tiene que trabajar activamente el docente no solo con el chico que tiene autismo, sino con todo el aula«.

«Más allá del trabajo de la integración es trabajar sobre el acompañamiento y sobre como involucramos a todos o todos nos involucramos en esto, de poder ser amigos de y no hablar de las diferencias. O los padres no meternos en situaciones o en discusiones respecto, así la presencia de este chico a lo mejor va a atrasar al resto del grupo. Tienen que dejar de existir esos miedos y darse cuenta de que todas las personas aprendemos de un modo diferente y tenemos nuestros tiempos«, apuntó.

Y repasó: «Recuerdo cuando mi hijo iba al jardín. Mi hijo no habla. Él tiene una motricidad que está más avanzada para la edad que tenía. Entonces él se trepaba por todos lados, por supuesto que tenía toda la banda de compañeros persiguiéndolo porque él hacía cosas que por ahí los otros no se animaban«. 

«En ese sentido él se prendía en esas actividades, de hecho la parte que más le gustaba era la educación física porque ahí podía participar porque imitaba y en ese sentido fue muy linda esa experiencia», concluyó

Fuente: El Interactivo Ciudadano News

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