Las partidas salían del Fondo Solidario de Redistribución, eran para cubrir los tratamientos de altos costos, prestaciones por discapacidad y también por la cantidad de afiliados de las prestadoras de salud.
En medio del escándalo de las pólizas que otorgaba Nación Seguros a los organismos públicos y por el cual Alberto Fernández está procesado, se conocieron los montos de los fondos que recibieron las obras sociales durante el último gobierno presidencial peronista. Los montos superan los 5.400 millones de dólares que provenían del Fondo Solidario de Redistribución (FRS) dependiente de la Superintendencia de Servicios de Salud.
El FRS era manejado el titular de la Superintendencia de Salud, Daniel Alejandro López, hombre de confianza del exministro de la cartera sanitaria, Ginés González García, y con pasado como asesor de la gerencia general de OSECAC, la obra social del sindicato de Comercio.
Durante la gestión de Fernández, las 291 obras sociales sindicales recibieron en total 5.472 millones de dólares en conceptos de reintegros de tratamientos costosos y prestaciones por discapacidad y subsidios de distinto tipo. Así lo indican los datos publicados en la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) en su sitio web.
La caja del cual salían las partidas para las obras sociales era el FSR. Esta se conforma por los aportes que realizan los trabajadores en relación de dependencia, hacen a las obras sociales (3%) y los empleadores destinan un 6%.
De los 5.742 millones de dólares que recibieron las obras sociales en los últimos cuatro años, el 66% correspondieron a reintegros por las prestaciones médicas de alta complejidad, la compra de medicamentos costosos y el tratamiento de pacientes con discapacidad que muchas prestadoras no podían cubrir.
Mientras que el 34% restantes eran subsidios que se dividían según la cantidad de afiliados, y destinados principalmente a las entidades sindicales con menos recursos.
A partir de este mes y gracias a la presentación del DNU presidencial de Javier Milei en diciembre del año pasado, los trabajadores podrán elegir la obra social o prepaga que quieran para derivar sus aportes. Esta medida benefició a más de 14 millones de empleados, tanto en relación de dependencia como monotributistas, empleadas domésticas.
Las obras sociales más beneficiadas
Durante su mandato, Alberto Fernández no sufrió ningún paro general o medidas de fuerzas por parte de la CGT. En parte, se debe a que las obras sociales de la central obrera fueron las mayores beneficiadas respecto a los fondos que recibieron por parte del Fondo Solidario de Redistribución.
La mayor beneficiada fue Osecac, la obra social de los empleados de Comercio es la más grande del país ya que cuenta con casi 1.600.000 de afiliados y en los últimos cuatro años recibió 763 millones de dólares, al cambio oficial. El gremio es conducido por Armando Cavalieri desde hace 38 años.
Luego siguen la obra social de la Unión de Obreros de la Construcción (UOCRA), a cargo de Gerardo Martínez y con 590.000 afiliados, recibió 242 millones de dólares. Mientras que la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), en manos de Andrés Rodríguez, obtuvo fondos por 228 millones de la moneda norteamericana para sus 600.000 afiliados.
Más relegados se encuentran Obra Social del Personal Rural y Estibadores de la República Argentina (OSPRERA), que con 757.953 afiliados recibió 209.000 millones de dólares. Por debajo 200 millones se encuentra la Obra Social de Ejecutivos y del Personal de Dirección de Empresas (OSDE) que recibió USD 177,5 millones.
Las obras sociales que menos fondos recibieron está la de Conductores Titulares de Taxis de la Ciudad de Buenos Aires con 6 millones de dólares y la del Personal de la Industria Forestal de Santiago del Estero con casi 8.5 millones de la divisa norteamericana.
Fuente: Diario El Sol