Por CAROLINA JACKY / Mientras gobernadores, intendentes, diputados y senadores se preocupan por sus cajas, por sus privilegios, seguidos a la par por un sector privado cómplice de los primeros, jubilados y pensionados siguen cayendo en la licuadora. Lo hacen junto a millones de monotributistas y trabajadores, todos sin privilegios.
Esa suerte podría ser distinta, pero falta la voluntad política en una Argentina en la que se prometieron muchos cambios, ajustes para esa casta, pero la realidad sigue siendo en contra del contribuyente, del trabajador, del siempre desencantado argentino casi adormecido ante tanto dolor.
Sin muchas posibilidades de cambiar su realidad, los jubilados ya no pueden atender debidamente a su salud, tampoco a su alimentación, y especialmente a su dignidad.
Contra disposiciónes constitucionales que ordenan la movilidad de las jubilaciones, que protegen la salud, la propiedad y tratados internacionales de protección a nuestros adultos mayores, a personas con discapacidad, y cada uno con sus circunstancias, olvidados y postergados, mientras otros conservan sus kioscos.
En este punto habría que preguntarse si no ha llegado la hora de terminar con cualquier gasto que no sea necesario para atender una situación superior a la de nuestros jubilados.
Prioridad para la salud, para la seguridad, para la educación, y para el resto NO DEBERÍA HABER PLATA, hay que atender a los jubilados.
La pregunta es si es posible evitar caer en la licuadora si soy jubilado o jubilada.
La respuesta es SÍ, pero hoy por hoy se puede solo recurriendo a la justicia.
Hoy la Justicia no puede tomarse los tiempos normales, estamos ante una emergencia, una necesidad que hace a la vida y salud de nuestros adultos mayores beneficiarios de un beneficio previsional.
Lamentablemente cada caso es una realidad distinta y cada uno debería presentar su caso solicitando una medida urgente que resuelva su situación actual.
LOS JUBILADOS NO PUEDEN ESPERAR
Los Jueces no pueden desproteger a este sector, y hoy deberían ser pro activos en hacer justicia.
A la fecha ya se han aceptado medidas cautelares contra los aumentos de las prepagas, frenando los aumentos indiscriminados de estas.
Siguiendo la misma línea de pensamiento, porque no obligar a la ANSES a proveer en forma inmediata de un ajuste de la jubilación a cuenta de la recomposición que se ordene en el reclamo de fondo.
Todo es muy técnico, difícil de explicar con términos sencillos, pero lo que si se puede afirmar, es que LOS JUBILADOS TIENEN COMO NO CAER EN LA LICUADORA.
Los jubilados tienen protecciones especiales, y deben recurrir a esos derechos y hacerlos valer.
Duele como los políticos invocan a los jubilados, pero a la hora de tomar decisiones, estas no pasan por los jubilados, sino por los negociados de esa clase política.
Las provincias y sus gobernadores e intendentes deberán abandonar sus cajas para hacer política y permitir que esos fondos concurran a asistir a la clase pasiva.
Una espectativa que parece muy lejana para quienes deben resolver el hoy y no el mañana.
Carolina Jacky es una abogada mendocina especialista en asuntos vinculados a la violencia de género y la previsión social argentina.
