Luego de encontrar «posibles reacciones adversas» en un participante del estudio en el Reino Unido, el laboratorio sueco-británico AstraZeneca que trabaja en conjunto con la Universidad de Oxford debió poner en pausa la fase 3 de las pruebas de su vacuna contra el Covid-19.
Luego de encontrar «posibles reacciones adversas» en un participante del estudio en el Reino Unido, el laboratorio sueco-británico AstraZeneca que trabaja en conjunto con la Universidad de Oxford debió poner en pausa la fase 3 de las pruebas de su vacuna contra el Covid-19.
La caída del 7% de las acciones en la bolsa del laboratorio es un indicio claro de que algo grave ocurrió en torno a la vacuna que ya había comenzado a producirse en Argentina y hasta hoy, se esperaba que las dosis estuvieran disponibles para el primer semestre del 2021.

El laboratorio sueco-británico indicó en un comunicado que «como parte de las pruebas aleatorias y controladas de la vacuna contra el coronavirus de la Universidad de Oxford a nivel global, nuestro proceso de revisión estándar gatilló una pausa en la vacunación para permitir la revisión de la información».
Consultada por Infobae, Marta Cohen, médica patóloga pediatra en el Reino Unido, sostuvo que «lo que habría sucedido es que detectaron un efecto adverso serio en un participante en el marco del ensayo clínico en fase 3. ¿Qué quiere decir efecto adverso serio? No le causó la muerte a la persona, pero por ejemplo podría haberle causado una reacción anafiláctica, que se trata de una reacción alérgica aguda y potencialmente mortal».
«Desde el punto de vista de la temática de prevención del Covid-19 a nivel mundial, esto es una muy mala noticia. La suspensión de los estudios de esta vacuna implica un mes de retraso en su desarrollo. Ahora, es imperativo hacer un análisis exhaustivo de lo que sucedió», opinó Eduardo López, infectólogo y uno de los principales asesores del Presidente en la lucha contra el coronavirus.
Los especialistas aseguran que este tipo de pausas son comunes en estudios de gran magnitud como lo son las fases 3, pero la preocupación por cualquier posible adversidad se ve exacerbada dada la necesidad de obtener una vacuna cuanto antes para contrarrestar la pandemia.
La infectóloga pediatra Ángela Gentile, jefa del Departamento de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, explicó que «la fase 1 midió fundamentalmente la seguridad y la fase 2 midió la respuesta de anticuerpos e inmunidad celular, es decir, la protección», en una vacuna que no había presentado ningún efecto colateral grave en la fase I/II del estudio realizada en 1.077 adultos sanos de entre 18 y 55 años.
«Es probable que la llegada de la vacuna se demore un poco más. Pero este evento también tiene algo positivo y es el trabajo riguroso y científicamente apto que está llevando adelante esta dupla maravillosa que conforma a mi entender, la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca«, completó la patóloga Marta Cohen desde el Reino Unido.