Viejos son los trapos: cómo sentirte joven sin pensar tanto en la edad
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El camino saludable fue orientado por Pablo Melicchio, psicólogo, quien aconsejó distintas maneras para mantener el deseo de estar vivo intacto.

Por CARLOS FERNÁNDEZ / La oportunidad de poder mantener el deseo vigente durante toda la vida es uno de los secretos que los especialistas aconsejan tener en cuenta cuando en algún momento aparecen los sentimientos de la finitud, más aún, cuando en edad cronológica joven alguien se siente viejo.

Pablo Melicchio, psicólogo,  explicó: “Creo que podemos reflexionar acerca de que mucha gente que se siente vieja en una etapa en donde uno podría pensar, esa etapa para vivenciar lo que suele ser la vejez”.

Entonces primero veamos qué es viejo. Mi abuelita decía, viejo son los trapos. En todo caso lo que uno puede expresar es cuando una persona empieza a sentir el peso del paso del tiempo, cuando una persona empieza a sentirse que hay algo del orden de la finitud que se le acerca porque si bien todos somos sujetos vulnerables cuando sos joven sentís que la muerte no está cerca, que eso le pasa a los otros”, dijo.

“Cuando pasa el tiempo y la vida biológica te va acercando a ese límite que tiene por el hecho de ser humano y seres vivos, ahí empiezan algunos planteos en torno al paso del tiempo y hay gente que empieza a sentir el peso del envejecer pero hay gente joven que empieza a sentir cuestiones, yo digo que se jubilan tempranamente porque algo les pasa con la vida emocional”, reflexionó.

Y señaló: “Creo que hay gente que empezó a jubilar las emociones, a perder el entusiasmo, ahí aparece algo del orden, la renuncia, creo que lo más complicado que tiene el ser humano es cuando renuncia a la visa, cuando se queda sin esperanzas, cuando se cansa del existir, eso hace que mucha gente envejezca, podés tener 20 o 90 años.

 Cuando fue el Día del Padre escribí un artículo para un diario, mi padre cumple 80 años y en ese artículo lo que ponía es una imagen de mi papá yendo a pescar apoyado sobre dos piedras para llegar más lejos con la caña de pescar, y decía, ahí no hay un viejo, hay un hombre que se sube sobre dos piedras, que quiere llegar más lejos, que quiere pescar, no veo un viejo, veo un viejo en el sentido estricto en la persona que jubila las esperanzas, las emociones, no le da ganas de salir a la vida, ahí veo un crepúsculo un poco triste”.

“La jubilación de las emociones y la falta de deseo. El motor de la vida es el deseo. Tengas la edad que tengas y tengas entusiasmo,  se empieza a envejecer cuando no tenés deseo, cuando no hay entusiasmo, sino que mientras tanto podés tener internamente una edad cronológica diferente”, apuntó.

Los psicólogos, “siempre ayudamos a reorientar la vida. Cada persona que viene a mi consultorio lo hace porque quiere encontrar un nuevo sentido a su vida, sentirse mejor, no se quiere jubilar del amor, de la pasión, de los deseos por eso más que pensar en la vejez pensaría qué hacemos con la vida, no importa la edad que tengas, buscar una actitud linda a la vida y no bajar los brazos hasta que esta se termina, y que no sabemos cuándo es.

“Uno puede tener la edad que tenga, pero siempre es importante revisar la propia vida, por eso decía al principio, defiendo la singularidad, el caso por caso, cada persona que las encuestas y estadísticas, a mí me importa la persona, cómo te sentís, feliz, armonizado, que tu vida tiene una lógica, sentís que vale la pena levantarse cada día, confías en el amor, creo que ahí hay que detenerse a pensar, a donde uno siente la presencia del tiempo y no importa la edad que tengas porque hay personas que tienen 20, 30 años y que tienen depresión y conozco personas de 90 años que tienen ganas de vivir, de bailar, de empezar un curso y ahí no veo un viejo decrépito. 

“A veces la gente más grande disfruta más porque es más consciente de la finitud. Hay gente joven que no le importa el paso del tiempo, ni lo registra”, explicó.

A veces la juventud siente la presión de tener que tomar decisiones, “porque está construyendo un futuro, tiene que independizarse, es un momento difícil en la Argentina y en el mundo a nivel económico, a nivel violencia social, antes a lo mejor decías voy a ser psicólogo, voy a poder vivir de mi profesión, hoy hay puntos suspensivos, no sabes si podés vivir de tu profesión, vas a tu alrededor pobreza”. 

Son tiempos difíciles, así que alentemos a que los jóvenes no bajen los brazos y que elijan una profesión o un trabajo en función de un deseo, a veces lo económico se acomoda con el tiempo”, manifestó.

“En general, las personas que empiezan terapia es porque hacen el primer punto de partida para la sanación, que es darse cuenta de que algo no les está funcionando bien”.

Darte cuenta de que algo en tu vida no anda bien, el deseo es el motor de la vida. Muchas personas sienten que no saben cómo encauzar su vida, no tienen en claro cuál es su deseo entonces ese el primer punto de partida, registrar que no está siendo muy feliz, que no le encontrás sentido a tu vida y a partir de ahí empezar a despejar esta idea que la vida no tiene sentido hay que dárselo”, consideró.

Fuente: Noticias Mendoza

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